Sueños y sueños rotos, el retrato americano de Joel Sternfeld
Cine
11 ene 2025
por Miss Rosen
Una nueva edición del icónico fotolibro American Prospects captura el ocaso de un imperio.
Tras ganar una Beca Guggenheim en 1978, el fotógrafo Joel Sternfeld se embarcó en un viaje por carretera a bordo de una furgoneta camper Volkswagen. Equipado con una cámara de gran formato de 8 x 10, dejó atrás su Brooklyn natal y su estilo de fotografía callejera para perseguir algo aún más grande mientras seguía el ritmo de las estaciones a lo largo de Estados Unidos.
Sternfeld recuerda que en el aire flotaba una sensación apocalíptica; la nación seguía lidiando con las secuelas del fracaso de la guerra de Vietnam y la completa deshonra de la presidencia de Nixon. En busca desesperada de una ilusión de normalidad, los votantes hicieron caso omiso de las advertencias del entonces presidente Jimmy Carter sobre el desánimo que se estaba infiltrando en el alma de la nación, y eligieron a un actor de Hollywood de segunda categoría con un dedo en el gatillo como presidente en 1980.
“Todo mi trabajo ha girado entorno a ideas de utopía y distopía. Creo que eso es lo que le da interés a América. Muchas cosas y todas a la vez.”
A lo largo de una década, Sternfeld volvió a la carretera una y otra vez con el apoyo de subvenciones adicionales del NEA y Guggenheim. Trabajar con una cámara de gran formato requería un nuevo enfoque; a siete dólares por hoja de película, se sumergía en el paisaje, visualizando mentalmente imágenes que destilaban la complejidad emocional de una nación que avanzaba hacia el espectro distópico de su propia decadencia.
Great Salt Lake, Utah, julio de 1979
Earl Garvey Realtor, el desierto de Mojave, California, julio de 1979
Desde el inicio de su carrera, Sternfeld trabajó en color y estaba fascinado por cómo este podía elevar el medio a niveles aún no revelados. El color era una fuerza cargada de emociones y mitos que tenía el poder de revelar profundas verdades psicológicas de tiempo y lugar. Para Sternfeld, la cámara de gran formato resultó ser el instrumento perfecto; su formato monumental requería que desarrollara ritmos naturalmente alineados con el paisaje.
“Puedo andar por ahí todo el día sin hacer una sola foto, y no deja de ser algo activo y emocionante. Siempre estoy viendo cosas, pensando cosas, creando recuerdos.“
En 1987, Sternfeld publicó su trabajo como American Prospects, recibiendo gran reconocimiento por su majestuoso retrato del Destino Manifiesto descontrolado. destacan escenas icónicas como el exterior de la infame prisión de Attica en Nueva York, el Memorial de los Veteranos de Vietnam y una refinería de uranio abandonada que había sido impuesta en tierras de la Nación Navajo. Una de las imágenes más famosas de la serie muestra una casa de dos pisos envuelta en llamas, situada justo detrás de un mercado de agricultores y un campo de calabazas en McLean, Virginia. Lo que a primera vista parece una tragedia caótica resulta ser, como los espectadores descubrirían más tarde, un ejercicio de entrenamiento. Esta revelación añade una capa de complejidad a una escena ya cargada de simbolismo.
McLean, Virginia, diciembre de 1978
El Memorial de los Veteranos de Vietnam, Washington, D.C., mayo de 1986
Inspirándose en Walt Whitman, quien revisó Hojas de Hierba a lo largo de toda su vida, Sternfeld volvió a American Prospects (Steidl) en 2020 para contemplar nuevamente su retrato de la nación. La edición revisitada hace visibles historias intrínsecamente entrelazadas en el paisaje estadounidense que de otro modo han pasado desapercibidas: las de las naciones indígenas que han sido guardianes de la tierra durante milenios y que ahora viven dentro del vientre de la bestia.
En conjunto, estas fotografías hablan de dos Américas —mito y verdad— que siempre han coexistido a plena vista. “En el futuro, sin duda, estas imágenes estarán llenas de nostalgia, tal como ahora vemos las fotografías de Walker Evans en la década de los 30,” escribe en el libro el crítico fotográfico Andy Grundberg. “Pero por ahora hablan de un tiempo en el que el progreso perdió su sentido de inevitabilidad”.
“En el futuro, sin duda, estas imágenes estarán llenas de nostalgia, tal como ahora vemos las fotografías de Walker Evans en la década de los 30,” escribe en el libro el crítico fotográfico Andy Grundberg. “Pero por ahora hablan de un tiempo en el que el progreso perdió su sentido de inevitabilidad.“
Trabajadoras domésticas esperando el autobús, Atlanta, Georgia, abril de 1983
Presa Glen Canyon, Page, Arizona, agosto de 1983